Quinto y sexto

El quinto día ha sido mucho mejor que el cuarto. Es una cosa curiosa esto de irse sintiendo mejor según avanzo en la ronda, y es un patrón que parece repetirse mucho. Hoy, sexto día, he continuado quelando y me he levantado fantástico. Como si no estuviese de ronda. Pero de repente ¡crash! Me he estrellado.

Me he estrellado en la autopista en un choque triple y muy aparatoso que, afortunadamente, no ha tenido víctimas. Unos señores mayores, perdidos y gallegos con una furgoneta llena de hortalizas han cambiado de opinión y de carril como a 10 por hora. No he podido evitar tragármelos. Iba con mis niños. El choque ha sido brutal, nos ha desplazado a la izquierda y ha producido otro choque más.

Los niños bien, los demás conductores bien y a mí me han llevado al hospital para mirarme la rodilla a pesar de que he hecho todo lo que he podido por resistirme. El coche ha quedado para el arrastre, reventado. Lo increíble es que no nos haya pasado nada.

Naturalmente, he parado el motor y la ronda. Ahora, en casa, todo es paz.

Cuarto día

No estoy bien ni muy mal. Por lo menos no me duele la cabeza y tampoco tengo niebla. Es un cierto malestar que hace que se me ponga mala cara, difícil de describir. Ya no es la cándida, es otra cosa.

Dejó de hacer frío. Menos mal. Intentaré seguir un día más.

Tercer día

¡Ganas me dan de hacer una fiesta cuando veo que llego al tercer día! La mañana ha sido regular, pero no muy mala. Un poco cansado y con la cabeza un tanto vacía, pero sin niebla exactamente.
Ayer creo que estuve peor. Quizá lo peor es el contraste con lo bien que sé que me encuentro cuando dejo de quelar.

Esta tarde he ido a la sauna y me ha mejorado mucho. Ahora mismo, estoy estupendamente.
Dado lo que cuesta arrancar este proceso, intentaré continuar lo que se pueda.

Segundo día

Esta mañana ha sido bastante difícil. He tenido mucho, muchísimo frío. Sin ánimo para nada. Por la tarde he mejorado y ahora estoy razonablemente bien.
Estoy tomando montones de cardo mariano y de vitamina C, a ver si ayudan. Quizá este haya sido el típico segundo día malo y ahora venga una racha buena. Quizá no.

La verdad es que me conformaría con pasar esta noche sin saltarme ninguna dosis.

Una clase

Hoy me he sentido tan a gusto en clase! El tema no era difícil y los alumnos se animaban a preguntar. ¡Qué gusto poder responder sobre la marcha, reflexionando un momento en la pregunta! La respuesta hace ¡pop! y sólo tienes que decirla. No se sabe de dónde viene, pero aparece.

Cuando me viene el nombre de alguien a la cabeza o un dato, me asombro. No estoy habituado! Pienso y viene "the commitments", de Alan Parker, Alovera, al lado de Azuqueca de Henares, o nombre de gente que hace mucho que no veo como Laura y Maika... No es perfecto, pero me parece increíble.

Harrison y la intoxicación crónica por mercurio

El libro de Harrison 'Principios de medicina interna' es una de las biblias más importantes de la medicina. Es un libro que debería saber bien todo médico que se precie de tal. Su 17 edición inglesa tiene 2958 páginas y en ella está descrito casi todo lo malo que le puede pasar a uno y los tratamientos aconsejados.

Dentro de lo que le puede pasar a uno está el envenenamiento crónico por mercurio (pág. 2404 en la edición en inglés). Dice, entre otras cosas, que (traduzco):

"El envenamiento crónico por mercurio produce demencia, neuropatía periférica, ataxia y temblores que pueden progresar a coreoatetosis"
(la coreoatetosis es una enfermedad consistente en cierto tipo de movimientos involuntarios).
[Chronic mercury poisoning produces dementia, peripheral neuropathy, ataxia, and tremulousness that may progress to choreoathetosis.]

Luego recomienda quelación con BAL para tratar el problema. Mejor no hacer caso, porque el BAL produce montones de efectos secundarios y el ácido lipoico es un quelante mucho mejor.

Esta información puede ser de utilidad la próxima vez que un médico no sepa nada del asunto y niegue la existencia misma de un envenenamiento crónico por mercurio. Se le puede decir que se lea el Harrison con cuidado y en especial la parte XV, el capítulo de desórdenes neurológicos y la sección 'otras causas de demencia'.

Recomenzando

Estos cuatro días de descanso han sido estupendos. Me he sentido curado. Mi cabeza ha funcionado bastante bien. Por poner un ejemplo, un poco tonto, pero para mí significativo: la revista municipal de mi pueblo tiene una página dedicada a problemas y pasatiempos matemáticos. No son difíciles, pero hasta hace poco cada vez que intentaba pensar en ellos caía en la niebla mental.

Ayer, ojeando la revista, me pregunté si ya sería capaz de resolverlos y fue muy agradable ver como iba haciendo uno tras otro, de cabeza, sin siquiera usar papel, como si volase. Nada especial para un matemático, pero para mí era un enorme motivo de alegría.

El volver a trabajar con mi colaborador habitual es otro placer inmenso. Después de tanto tiempo estéril, tardaremos un poco en ponernos al día y en marcha, pero vuelvo a poder estar con él hombro con hombro. ¡Qué alegría!

Naturalmente, todo esto podría ser un avance temporal. Pero llevo ya unos cuantos días así, por tanto pienso que aunque se perdiese es algo que probablemente se pueda volver a recuperar.

Hoy empiezo una nueva ronda, con un poquito de miedo. Quizá haya quelado demasiado agresivamente, porque cada ronda me cuesta más. Ya veremos esta vez. Si noto que resulta demasiado duro, probablemente me plantee un descanso más largo, de quince días o un mes.

Recuperándome

Esta mañana todavía me ha dolido un poco la cabeza. Por la tarde ya he estado bien, tirando a estupendo, diría yo. Es sorprendente lo rápida que es la recuperación.

Fin de ronda

Esta ronda ha sido dificililla. Yo creo que lo que me ha hecho parar ha sido, sobre todo, el dolor de cabeza y ojos que, sin llegar a ser terrible, era constante y molesto. Aún me duele un poco, pero se ve que va remitiendo rápidamente.

Así que he estado cinco días. Me cuesta cada vez más el hacer rondas largas, aunque cinco días tampoco está tan mal. Como parece que la cándida está bastante controlada, no me he sentido muy cansado. La cabeza sí que ha empeorado, pero he podido seguir siendo razonablemente funcional.

Como suelo estar bastante bien en los periodos OFF, tal vez me anime y haga un periodo de descanso un poco más largo que de costumbre. Ya veremos.

Regular

No es que esté muy bien. Me duelen un poco los ojos y tengo cierto malestar. He tomado más cardo mariano, a ver si se me pasa.

Estos efectos secundarios de las rondas me hacen pensar que queda mucho por quelar todavía.

2do y 3er días

En cuanto me descuido y bajo la dosis de cardo mariano, empeoro. Después de tomarlo, mejoro en cuestión de un par de horas o menos. Aún mejorado, se nota la ronda. La cabeza no está para nada tan clara como al principio y tengo otra vez frío, aunque no hace mucho. Hoy me he puesto camiseta, camisa, dos jerseys de lana y además el abrigo, claro. Junto con dos pares de calcetines. A pesar de tanta capa, he tenido frío.

Primer día

Pues, según lo previsto, he comenzado una nueva ronda de 100 mg de ALA cada dos horas. Añado desde el principio grandes cantidades de cardo mariano. El primer día ha sido bastante bueno.

La verdad es que según me voy sintiendo mejor en los periodos OFF, me da más pereza comenzar rondas. No me extraña nada que la gente pare mucho antes de la desintoxicación completa.

Tan bien!

Pues hoy ha sido un día estupendo. A que la cabeza sigue funcionando, se ha añadido que los músculos parece que recuperan algo de fuerza. Mis niños lo agradecen, porque puedo jugar a pelearme con ellos y les encanta que les lance sobre la cama. Normalmente no puedo hacer esas cosas. El teléfono, sin embargo, me sigue pesando al cabo de pocos minutos. Curioso.

Me siento tan bien que me voy a dar un día más OFF para disfrutarlo. Mañana por la noche espero poder empezar de nuevo una ronda.

Descansando ya dos días

Parece que estoy bastante bien. Sigo siendo capaz de hacer algo de matemáticas, que francamente es una de las cosas que más me ilusionan. No estoy cansado y noto cómo la cabeza se me va llenando de cosas. Es una sensación curiosa el recuperar los pensamientos, los recuerdos, las imágenes. Ahora puedo recordar las caras de la gente con toda facilidad. Se me vienen a la cabeza muchos recuerdos visuales, algunos antiguos. No estoy muy acostumbrado y lo encuentro muy interesante.

El frío sigue, sin embargo, dándome la lata de cuando en cuando. Es bastante intermitente, de forma que puedo tener una tarde heladora y una mañana estupenda, sin que encuentre razón para explicarlo, ni climatológica ni de otro tipo. No es de los peores fríos que he tenido, pero francamente prefiero cuando me siento calentito.

Con el chorro de pensamientos y recuerdos, aparece con fuerza la sensación del ego, que tenía muy perdida. A ratos me siento yo, como antaño. Es algo difícil de explicar y que interpreto como un buen signo de recuperación de la mente. Básicamente, lo que ocurre es que entre las diversas funciones cerebrales que el mercurio daña, a algunos nos estropea aquella que produce la sensación de "yo". Para el que nunca ha perdido esta sensación, es inimaginable lo que sucede, así que no me empeñaré en explicarlo. Para algunos colegas tóxicos que conozco, la pérdida es terrorífica. Para mí, por suerte, resultó algo fascinante y si lo pierdo definitivamente, creo que lo echaré de menos.

OFF

Me he saltado la penúltima dosis de la ronda, no sé cómo. Como no quiero líos ni heroicidades (creo que ya voy aprendiendo esta lección), paso a estar OFF después de 5 (bueno, un pelín menos, pero otras veces ha sido un pelín más) días de ronda.

Empezaba a estar un poco cansado y con frío, así que supongo que está bien parar. En el entretanto, siguiendo el consejo de los papás de Arturo (gracias!), voy a probar a subir un poco el magnesio, a ver si el frío se alivia.

Frío y requetefrío

Duermo con una camiseta de tejido polar, de esos que se usan para subir a la montaña. Encima llevo el pijama. Encima del pijama, un chandal, con sus dos partes. Me pongo además unos calcetines de lana gordísima. Finalmente, echo dos edredones, uno de ellos de plumas de invierno sueco. Así, duermo bien.

Ayer fui a la sauna y se me quitó el frío un rato. Pero como no parece posible vivir en una habitación a 80 grados, creo que definitivamente ha vuelto el problema con el frío.

Por lo demás, estoy bien. No estoy cansado y la cabeza parece que funciona bastante bien. Soy perfectamente capaz de analizar las diferencias entre las distintas informaciones que dan los medios sobre las barbaridades que ocurren en el mundo y alucinar con ello.

Gélido primer día

Las noticias buenas: el primer día de ronda ha ido bastante bien. Sigo, aparentemente, teniendo cierta capacidad de hacer matemáticas. Tengo ganas de hacer cosas, curiosidad, me apetece leer, etc. El lado malo es que tengo mucho frío. Como también es verdad que hace mucho frío, prefiero creer que no es grave. Pero hoy, en el restaurante de la facultad, he comido con el abrigo y el gorro puestos!

Helado, comienzo una nueva ronda

Sigo bien, pero este frío está siendo demasiado y me he helado hasta los huesos. Esta mañana he podido trabajar un rato y terminar la revisión de un trabajo que llevaba varios meses empantanada, así que no ha ido mal el día. Me siento con fuerzas, pero como un témpano de hielo.

Dentro de un rato voy a empezar una nueva ronda de 100 mg de ALA cada dos horas, así que voy a ir colocando la bandera roja.

¡Ah! Se me olvidaba! Un amigo me ha enviado un interesante enlace a un artículo de El País titulado "La venganza de las bacterias". Sorpresa: va sobre mercurio y no está nada mal. Lo único que va sobre un artículo de Ann O. Summers que es del año 1993 y a los de El País les da por publicarlo hoy. Yo no entiendo nada.

Descanso

Estos días de descanso están yendo bastante bien. Me siento tan bien como si estuviese curado y me da la impresión de que mi cabeza tampoco va tan mal. He estado haciendo algunas mates y parece que respondo.

Otra cosa: un amigo mío bastante mercuriado está interesado en hablar con gente que haya seguido las indicaciones de Cala Cervera para tratar la cándida. Si hay alguien por ahí con experiencia en el tratamiento, tal vez me pueda mandar un email.

OFF

Esta noche me he saltado una dosis. Como de costumbre, me he dado cuenta porque una cápsula que debería haber desaparecido no lo ha hecho. Así que después de siete días, paro la ronda y comienzan unos días de descanso.

Siete días

Está terminando el séptimo día de esta ronda. Todo sigue bien. Esta tarde incluso he podido hacer matemáticas durante un rato, hasta que la niebla ha vuelto. Ha sido un rato estupendo.
Mi intención es continuar algún día más, dado que parece que esta ronda va tan estupendamente.

He comenzado a tomar L-glutamina. Comienzo con un gramo diario, aunque probablemente aumente a dos gramos si veo que no me sienta mal.

¿Qué día es hoy?

Creo que me he hecho un lío contando días. Vamos a ver, empecé el lunes 29 a las 12 de la medianoche, así que llevo ya cinco días. Había contado un poco mal.

Me siguen ocurriendo cosas raras con el sentido del olfato y del gusto. Los pierdo a ratos casi completamente. Lo dulce no me sabe dulce, lo salado casi tampoco. Tengo tendencia a usar cada vez cosas más fuertes por conseguir que algo tenga algún sabor. Pero estas pérdidas parecen ser intermitentes. Espero que no sean definitivas!

No estoy cansado y espero poder continuar la ronda algunos días más. El dolor de cabeza sólo se ha atrevido a insinuarse levísimamente un par de veces. Mientras no termine de llegar, intentaré seguir.