Los libros de Cutler

Para entender de qué va todo esto las referencias principales son dos libros de Andrew H. Cutler. Son fundamentales, sobre todo el primero:

Amalgam Illness: Diagnosis and Treatment

Hair Test Interpretation.

martes, 8 de febrero de 2011

Sugerencias para quien comience a quelar

La quelación es un proceso muy largo que probablemente te lleve años, así que no tengas ninguna prisa. Te has intoxicado a lo largo de años, así que no lo vas a resolver en un fin de semana. No intentes usar dosis que te hagan sentir realmente mal. Intenta encontrar tu ritmo, aquel con el cual te notas mejor. Haz que la quelación sea una amiga que te ayuda a desintoxicarte y sentirte bien y no algo agresivo que te machaca.

El ácido lipoico es el quelante principal que necesitas. Es una gran suerte, porque es simplemente un suplemento dietético que se puede comprar en herbolario y del que sólo dicen cosas buenas por todas partes. NO TE ENGAÑES: es un quelante tremendamente potente y, si eres tóxico, debes tratarlo con enorme respeto. Además del mercurio, quela el arsénico y probablemente algunos otros metales pesados.

El DMSA es más caro y prescindible, pero si lo puedes conseguir y te sienta bien, no dudes en usarlo junto con el ácido lipoico. Además del mercurio, quela el plomo, lo que a muchos les viene muy bien.

Empieza con dosis muy bajas. Muchos empiezan con 12 miligramos de quelante, que es una dosis realmente pequeña, pero esto no es un problema. Para otros incluso 12 mg son demasiado y utilizan 6 mg o menos. Esto también está bien. Prueba a usar DMSA, porque a muchos les ayuda a sentirse mucho mejor. Si no te sienta bien, no hay problema: lo que realmente te va a curar es el ácido lipoico.

Nunca uses quelantes si tienes amalgamas puestas. Si lo haces, es muy posible que encuentres que al cabo de cierto número de meses tu salud se desploma. Después de haberte quitado las amalgamas, puedes usar DMSA, pero espera al menos tres meses para usar ALA.

Sube las dosis muy lentamente, sin prisa. Espera varias rondas hasta que te encuentres a gusto con la dosis que tomas y, tal vez, aumenta entonces la dosis un poco en la siguiente ronda, no más de un 50%

Las rondas deben ser de, al menos, tres días y dos noches. Por ejemplo, puedes comenzar el viernes por la mañana y acabar el domingo por la noche. Sin embargo, si puedes hacer rondas más largas, será mejor. Pero siempre sintiéndote razonablemente cómodo, no intentes ser un héroe.

Si durante la ronda te notas mal, para. No lo dudes, es la ventaja de la quelación oral frente a la intravenosa: puedes y debes parar si te sientes mal. No te hagas daño. En la siguiente ronda reconsidera el quelar con una dosis más baja o con una frecuencia mayor. Repasa tu dieta, piensa qué puede haber ido mal. Busca tus síntomas en los grupos de apoyo a la quelación: probablemente otros ya los hayan sufrido y hayan encontrado remedio.

Cuando acabes una ronda, descansa siempre al menos tres días antes de empezar la siguiente. Si por alguna razón has tenido que parar, aunque hayas tomado sólo unas pocas dosis, descansa también tres días al menos.

Puedes hacer descansos más largos si quieres. Con el tiempo tal vez encontrarás tu ritmo: verás que comienzan los síntomas de la toxicidad y sabrás que es hora de empezar una ronda que te limpiará y te hará sentir bien. Es una gran liberación el tener este control, cuando uno se ha pasado la vida sin poder hacer casi nada al respecto.

Los suplementos que tienes que tomar y el ácido lipoico (único que necesitas, si quieres) son relativamente baratos, sobre todo si los compras fuera de España (preferiblemente en los EEUU). No te dejes timar con tratamientos caros que pueden llegar a perjudicarte mucho. Sobre todo, no consientas usar DMPS intravenoso, bajo ningún concepto. Mantente alejado de la clorella y el cilantro.

El uso de quelantes debe hacerse en dosis pequeñas y frecuentes: cada tres horas o más a menudo, día y noche (algunas personas están cómodas tomándolos cada cuatro horas por la noche). Encuentra el tiempo que te hace sentir más cómodo y que te produce menos efectos secundarios. Cuanto más a menudo tomes los quelantes, en general, menos efectos secundarios.

Pero no varíes caprichosamente el ritmo. Si, por ejemplo, eres de los afortunados que puede tomarlos cada tres horas durante el día y cada cuatro por la noche, hazlo de forma regular, sin variaciones. Si te saltas una dosis por más de una hora, para la ronda.

Toma dosis abundantes de antioxidantes tres o cuatro veces al día, con las comidas. Mucha vitamina C, un complejo B, E, magnesio, zinc y cardo mariano es lo mínimo que debes considerar. Tal vez otros suplementos te sean de ayuda durante el camino, dependiendo de cómo el mercurio te haya estropeado la salud.

Cuida bien tu dieta. Probablemente sufras candidiasis intestinal. Tu hígado tal vez no funcione muy bien. Hay algunas cosas que seguramente te harán sentir mejor, o mucho mejor, si las suprimes: lácteos, alimentos dulces, alimentos preparados industriales, café... Ya llegará el momento en el que puedas volver a comer pasteles, pero al principio para mucha gente comer un croissant o incluso un plátano tiene unos efectos devastadores.

Tal vez el uso de antifúngicos pueda colaborar, junto con la dieta, a que te sientas mejor. La nistatina puede ayudarte mucho.

Si orinas mucho y a menudo, puedes tener desequilibrios electrolíticos. Tomar electrolitos te puede resultar un gran alivio. Prepararlos en casa es fácil.

Al principio notarás mejorías notables que te entusiasmarán, pero van seguidas de un posible empeoramiento y un periodo largo de estancamiento. No desesperes, la mejoría vuelve a aparecer y, si no haces estupideces, progresa paulatinamente ya sin retrocesos. Hay que tener paciencia: prácticamente todos sufren el periodo de estancamiento.

No te olvides de algunas cosas buenas: muchos hemos pasado por esto y hemos creído que nunca recobraríamos la salud, pero nos hemos recuperado. Afortunadamente mucho del daño que el mercurio hace es reversible. Puedes recuperar tu claridad mental, tu energía y tu vida, tan sólo hay que ser sistemático y paciente, muy paciente.

Como, afortunadamente, NO me han sucedido aún todos los males posibles, es posible que los tuyos no estén reflejados en los míos. Por ejemplo, hay gente que necesita suplementos hormonales porque tiene problemas adrenales o hipotiroidismo y yo no los he usado nunca. Hay mucha gente que tiene problemas de alergias e intolerancias mil, problemas cutáneos, problemas visuales... La lista es enorme, porque el mercurio interfiere con multitud de procesos metabólicos.

Los libros de Cutler y los grupos FDC y ADM en Yahoo (que puedes consultar en onibasu.com) son una fuente de información mucho más completa donde puedes encontrar ayuda para tus problemas específicos. Pregunta.