Los libros de Cutler

Para entender de qué va todo esto las referencias principales son dos libros de Andrew H. Cutler. Son fundamentales, sobre todo el primero:

Amalgam Illness: Diagnosis and Treatment

Hair Test Interpretation.

viernes, 31 de julio de 2009

Ooops!

Pues ha sido una [CENSURED] de ronda, porque esta noche me he quedado frito! He pasado la típica mañana cansada de post-ronda, pero por la tarde ya he estado bien. Ahora a esperar al menos tres días y a volver a empezar.

Nueva ronda

Ayer, después de cinco días de descanso, comencé una nueva ronda. El descanso ha ido bastante bien, pero al quinto día comenzó el dolor de cabeza y, como de costumbre, al comenzar la ronda ha desaparecido.

Sigo con las mismas dosis que anteriormente. Estoy bastante bien, con algún rato de cansancio ocasional pero sin mucha duración ni intensidad.

jueves, 23 de julio de 2009

Y dale que te pego...

Pues nada, la ronda pasada duró tres días y acabó como de costumbre, con un dolor de cabeza que continuó el día siguiente para después remitir. Tomé después seis días de descanso de los que los cinco primeros fueron estupendos. Al sexto, como empezaba el dolorcillo de cabeza, decidí empezar la ronda de nuevo con las mismas dosis. Hoy es el segundo día y estoy bastante bien. Ya veremos mañana.

miércoles, 15 de julio de 2009

Nuevamente removiendo la basurilla

Estoy terminando el segundo día de esta nueva ronda con la dosis habitual. Por el momento va estupendamente.

La cándida anda por ahí, pero más o menos asustada. Estoy usando vinagre de manzana, del que me doy tragos de cuando en cuando. Parece que tienen un efecto estupendo. En cuanto noto el cansancio típico que me produce, gases, etc. un traguito me deja como nuevo. Parece que es importante que el vinagre sea no pasteurizado.

Por lo demás, todo bien. La cabeza, óptima. Alguna molestia en el esófago, que a veces se queja de tanta cápsula y tanto ácido. Acabaré como un

jueves, 9 de julio de 2009

Final de ronda.

El quinto día aumentó el dolor de cabeza, empezando a ser molesto. Así que paré la ronda. El primer día de descanso bajó mucho el dolor, pero aún estaba ahí. Hoy parece que estoy muy bien.

Voy a descansar al menos cinco días, porque temo que si empiezo muy pronto el dolor de cabeza vuelva a aparecer enseguida.

martes, 7 de julio de 2009

La laguna y el fango

Este es un post para contestar a Vanessa y dejarlo como referencia futura para aquellos que quieren utilizar inyecciones de DMPS.

Cuando el mercurio entra en el cuerpo, acaba combinándose con alguno de los abundantes grupos tiol que hay en el organismo. Al hacer esto produce daño, pero una vez hecho el daño el cuerpo intenta reparar el daño y no habría problema si el átomo de mercurio no se moviese más de su sitio.

Pero las cosas no son así. Puede ocurrir que el propio organismo, en un intento de detoxificarse, mueva los depósitos de mercurio. Puede ocurrir que otros grupos tiol que anden dando vueltas atrapen a los átomos y éstos acaban cayendo en otro sitio y haciendo más daño.

Con el tiempo, acabamos teniendo cada vez más mercurio acumulado y la probabilidad de que haya átomos que cambien de lugar aumenta. Acabas sintiéndote mal cada vez más a menudo y se producen daños de la forma más diversa. El lado bueno de que un átomo de mercurio salte es que existe la posibilidad de que sea excretado. Lástima que
a partir de cierto umbral, el propio mercurio inhibe la capacidad de detoxificar del organismo. No sólo dejamos de ser capaces de excretar mercurio, sino también muchos otros tóxicos.


Es útil imaginarse el mercurio como el fango depositado en el fondo de una laguna. El agua está limpia en tanto que no se remueva. Si se remueve, te sientes fatal. Cuando hay mucho fango, el agua acaba estando permanentemente sucia.

El fango acumulado es mucho más del necesario para ensuciar el agua. Si todo se removiese a la vez podría matarte. O redistribuirse, llevado por el azar, causando daños que pueden ser permanentes.

Cuando se quela con inyecciones de DMPS la cantidad de mercurio movilizado es mucho mayor que lo que puedes excretar, es decir, se levantan cantidades inmensas de fango. Al volver a depositarse, puede ocurrir que el mercurio se fije en zonas sensibles del sistema nervioso. Se conocen montones de casos de gente que después de las inyecciones de DMPS ha acabado mucho peor. Además, el DMPS no atraviesa la barrera hematoencefálica, así que no puede sacarte el mercurio del órgano que más daño sufre, el cerebro. Sólo puede hacer que, mal usado, entre más en él.

La idea de la quelación de dosis frecuentes es movilizar pequeñas cantidades cada vez, atrapando con la siguiente dosis el mercurio que va siendo liberado por la anterior. De esta forma la cantidad de mercurio movilizada no es suficiente para hacerte un daño serio y tienes la ocasión de parar la ronda si ves que las cosas van mal.

Si te ponen una inyección, no tienes control sobre la dosis enorme que te han metido y dependes del azar, de qué mercurio será movilizado y dónde acabará. No te va a curar y te juegas mucho, así que, ¿por qué hacerlo?

lunes, 6 de julio de 2009

Nueva ronda

Bueno, en realidad ya acabando casi. Empezó el pasado viernes, con la misma dosis. Ha ido mucho mejor, creo que debido a que he vuelto a tener cuidado con la cándida en la dieta y tomando nistatina. He estado mucho menos cansado, sólo un poco el tercer día. He podido trabajar bien y hoy, cuarto día, noto un muy leve dolor de cabeza. Es una exageración llamarlo dolor, en realidad.

He estado muy bien de memoria y de cabeza en general. Sin embargo, ha habido cierta vuelta de la debilidad muscular.