Los libros de Cutler

Para entender de qué va todo esto las referencias principales son dos libros de Andrew H. Cutler. Son fundamentales, sobre todo el primero:

Amalgam Illness: Diagnosis and Treatment

Hair Test Interpretation.

domingo, 26 de septiembre de 2010

400 días

Ya han pasado los 400 días de quelación, que se dice pronto, y esto no ha acabado. Desde hace ya algún tiempo mi vida es fantásticamente buena, sin necesidad de hacer comparaciones con los horrores de los muchos años de toxicidad. Sin embargo, sigo notando las rondas, así que esto aún no ha acabado y quizá no acabe nunca.

Aunque hay montones de personas que informan de mejorías que pueden ser comparables a la mía, no tengo conocimiento de casi nadie que haya acabado. Ni Cutler, ni TK, sólo una vez leí en FDC de una persona tóxica que decía que se había recuperado completamente, aunque no sé si fiarme mucho.

Por tanto, este estado de bienestar mantenido a base de quelaciones periódicas puede que sea lo mejor a lo que se puede aspirar. No es algo triste: puedo recordarme perfectamente con los ojos entornados por la fotofobia, el cerebro empañado de niebla, el frío haciéndome temblar, el cansancio terrible y las infecciones que atrapaba una y otra vez. Así que estar así es estupendo.

A por otros 400 días, pues. La última ronda fue de siete, muy bien, sólo con 50 mg de ALA. Quizá lo noté un poco el segundo día. El descanso de otros siete días, maravilloso.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Migas de pastor

Todo sigue bien. Sigo sintiéndome estupendamente cuando no quelo y bastante bien cuando quelo. Siento tener el blog un poco abandonado. Me da una mezcla de vergüenza y pereza el decir sólo que estoy bien.

No obstante, no todo es perfecto. En la última ronda de siete días me fue muy bien, así que comencé la siguiente animado. Había invitado a unos amigos a casa a comer y por varios líos con los niños, vi que no me daba tiempo a hacer la comida. Así que fui a Mercadona y compré unos paquetes de migas de pastor, que calenté en una sarten en la que había frito previamente algo de chorizo. Un huevo, también frito, completaba este plato extremadamente grasiento. Menos mal que hicimos una gran ensalada de tomate. De postre, la tarta que trajeron con frutas y crema y más helado de Mercadona, todo con algo de vino y mucho café.

Mis amigos quedaron muy contentos, a pesar de lo poco sofisticado de la comida. Repitieron. Yo, con mis 50 de ALA y 25 de DMSA, empezaba la ronda. Creo que fue demasiado para mi hígado y por la noche empecé a sentirme mal: mareado (ese mareo como si fueses en coche), con dolor de ojos y fotofobia. Como en los días malos de mercurio. Paré la ronda, pero los síntomas continuaron. Al cabo de un par de días, empecé una ronda de sólo ALA y después de algunas dosis volví a estar bien. Hice una ronda de tres días, que no fue más larga porque me lié con la alarma.

Así que ya no tengo que seguir una dieta escrupulosa, pero tampoco me puedo pasar tan a lo burro. El DMSA siempre me ha sentado un poco mal y es duro para el hígado, así que estaré unas rondas usando sólo ALA.