Bueno, pues ya llevo 476 días. Sigo bien, aunque no he alcanzado la perfección, quizá algún pequeño altibajo. En las últimas rondas casi no he sentido nada con los 50mg de ALA que estoy usando.
Así que me voy a preparar más cápsulas, que hoy comienzo otra ronda, ad infinitum.
jueves, 10 de marzo de 2011
miércoles, 2 de marzo de 2011
Candida
No es nada raro el que la gente con intoxicación por mercurio sufra candidiasis. Habitualmente es candida intestinal, difícil de detectar. En ocasiones, la infección se hace evidente extendiéndose a otras zonas.
La acción más importante contra la cándida es restringir la dieta, eliminando los azúcares de todo tipo. Esto incluye la leche y sus derivados. El yogurt, si es bueno, no debería ser un problema porque las bacterias del mismo deberían haber transformado la lactosa y ellas mismas son enemigas de la candida, pero no siempre el yogurt está suficientemente fermentado. Cuanto más ácido sepa, mejor. (Por cierto, ¿sabes que en realidad los yogures no caducan? Sólo se ponen ácidos, pero en realidad eso no es malo.)
Las harinas refinadas tampoco son una buena idea. Algunos optan por restringir al máximo los hidratos de carbono en general (pasta, patatas, etc.) El pan, por cierto, está hecho por levaduras y suele ser una muy mala idea si tienes candida.
Tristemente, la fruta es algo que entusiasma a la candida y que conviene suprimir. Puedes comer verdura: acelgas, judías verdes, coles... Quizá no zanahorias. Y puedes comer proteínas sin problemas.
Cuando uno tiene candidiasis, observa en primera persona la batalla permanente entre el mundo de las bacterias y el de los hongos. Bacterias y hongos se alimentan básicamente de las mismas cosas (y de ti, si pueden), con lo que han desarrollado a lo largo de la evolución estrategias para combatirse mutuamente. Si los hongos te han invadido, las bacterias pueden ser tus amigas.
Los hongos producen sustancias para matar bacterias. La más común y conocida es el alcohol. Si tienes candida, no tomes alcohol en ninguna forma. De hecho, probablemente la candida que tienes en los intestinos esté produciendo ella misma sustancias tóxicas que son más o menos de la familia del alcohol y que afectan a tu sistema nervioso: risa tonta, ganas de llorar o sueño no son raros. Un poco como si estuvieses borracho. La dificultad para pensar con claridad es también típica.
Una avidez extraña por las cosas dulces, una especie de hambre inagotable es también típica de la candida: de alguna forma controla tu apetito para que la alimentes a ella. Cuando comienzas a controlarla, también desaparece este síntoma.
Las bacterias producen sustancias para matar hongos: cuando hacen esto, avinagran las cosas. El vinagre, por ejemplo de manzana, es un buen antifúngico. Lo puedes tomar incluso a cucharadas, si puedes con él. O diluido en agua. Puedes regar generosamente con vinagre tus comidas.
Probablemente la candida haya desequilibrado tu flora intestinal, puesto que está ganando la guerra dentro de tu cuerpo. Tomar probióticos o un _buen_ yogurt puede ayudarte a recuperar el equilibrio. Los probióticos, en grandes dosis.
La penicilina es producida también por hongos. En general, los antibióticos contribuirán a destrozar la poca flora intestinal que te pueda quedar. Si no te queda más remedio que usarlos, hazlo, pero ten en cuenta que estás dejando a la cándida barra libre en tus tripas.
Como los hongos se comen las plantas, ellas han desarrollado muchas sustancias con propiedades antifúngicas (algunas también antibacterianas). La lista es larga: por ejemplo, el ácido caprílico (del coco) es estupendo y además te aportará zinc. O, por ejemplo, puedes probar también el extracto de semilla de pomelo (que es muy fuerte y puede dejarte sin bilis: cuidado si tus heces dejan de ser marrones!).
Las bacterias han desarrollado otras sustancias para matar hongos. La nistatina es una de las más útiles. Es estupenda porque no se absorbe por los intestinos, así que puedes tomar dosis enormes sin preocuparte. Si lo haces y ves que te va bien, hay que ser sistemático con ella tomándola tres o cuatro veces al día. Consíguela pura, no como un jarabe lleno de azúcar, que es como se vende a menudo! Puedes hacer que una farmacia te la prepare. Es algo delicada, así que cómprala según la vayas usando y guárdala en la nevera.
La lucha contra la candida produce a veces, sobre todo al principio, un efecto die-off (de extinción?): la candida produce, quizá como defensa, una cantidad mayor que de costumbre de sustancias tóxicas. Si eso pasa, puedes tal vez aminorar sus efectos tomando carbón vegetal. Pero ten cuidado: si tomas el carbón al mismo tiempo que otras cosas, puede que el carbón absorba lo que no quieres.
Otra sustancia que producen las bacterias para matar hongos es una vitamina: el biotín. Tomar biotín en grandes cantidades (enormes, de hecho) es una buena forma de controlar la candida. Se dice que el biotín evita que la cándida pase a su forma invasiva, que es cuando la candida desarrolla micelios que perforan las paredes de tu intestino y pueden hacer que padezcas el síndrome del intestino poroso. Dado que el biotín es inocuo hasta donde yo sé, es una de las cosas que uno puede probar.
Seguro que hay cosas que me dejo en el teclado. Con el tiempo, al desintoxicarte, los problemas de candidiasis desaparecen y puedes volver a comer plátanos. Así que, ¡ánimo!
La acción más importante contra la cándida es restringir la dieta, eliminando los azúcares de todo tipo. Esto incluye la leche y sus derivados. El yogurt, si es bueno, no debería ser un problema porque las bacterias del mismo deberían haber transformado la lactosa y ellas mismas son enemigas de la candida, pero no siempre el yogurt está suficientemente fermentado. Cuanto más ácido sepa, mejor. (Por cierto, ¿sabes que en realidad los yogures no caducan? Sólo se ponen ácidos, pero en realidad eso no es malo.)
Las harinas refinadas tampoco son una buena idea. Algunos optan por restringir al máximo los hidratos de carbono en general (pasta, patatas, etc.) El pan, por cierto, está hecho por levaduras y suele ser una muy mala idea si tienes candida.
Tristemente, la fruta es algo que entusiasma a la candida y que conviene suprimir. Puedes comer verdura: acelgas, judías verdes, coles... Quizá no zanahorias. Y puedes comer proteínas sin problemas.
Cuando uno tiene candidiasis, observa en primera persona la batalla permanente entre el mundo de las bacterias y el de los hongos. Bacterias y hongos se alimentan básicamente de las mismas cosas (y de ti, si pueden), con lo que han desarrollado a lo largo de la evolución estrategias para combatirse mutuamente. Si los hongos te han invadido, las bacterias pueden ser tus amigas.
Los hongos producen sustancias para matar bacterias. La más común y conocida es el alcohol. Si tienes candida, no tomes alcohol en ninguna forma. De hecho, probablemente la candida que tienes en los intestinos esté produciendo ella misma sustancias tóxicas que son más o menos de la familia del alcohol y que afectan a tu sistema nervioso: risa tonta, ganas de llorar o sueño no son raros. Un poco como si estuvieses borracho. La dificultad para pensar con claridad es también típica.
Una avidez extraña por las cosas dulces, una especie de hambre inagotable es también típica de la candida: de alguna forma controla tu apetito para que la alimentes a ella. Cuando comienzas a controlarla, también desaparece este síntoma.
Las bacterias producen sustancias para matar hongos: cuando hacen esto, avinagran las cosas. El vinagre, por ejemplo de manzana, es un buen antifúngico. Lo puedes tomar incluso a cucharadas, si puedes con él. O diluido en agua. Puedes regar generosamente con vinagre tus comidas.
Probablemente la candida haya desequilibrado tu flora intestinal, puesto que está ganando la guerra dentro de tu cuerpo. Tomar probióticos o un _buen_ yogurt puede ayudarte a recuperar el equilibrio. Los probióticos, en grandes dosis.
La penicilina es producida también por hongos. En general, los antibióticos contribuirán a destrozar la poca flora intestinal que te pueda quedar. Si no te queda más remedio que usarlos, hazlo, pero ten en cuenta que estás dejando a la cándida barra libre en tus tripas.
Como los hongos se comen las plantas, ellas han desarrollado muchas sustancias con propiedades antifúngicas (algunas también antibacterianas). La lista es larga: por ejemplo, el ácido caprílico (del coco) es estupendo y además te aportará zinc. O, por ejemplo, puedes probar también el extracto de semilla de pomelo (que es muy fuerte y puede dejarte sin bilis: cuidado si tus heces dejan de ser marrones!).
Las bacterias han desarrollado otras sustancias para matar hongos. La nistatina es una de las más útiles. Es estupenda porque no se absorbe por los intestinos, así que puedes tomar dosis enormes sin preocuparte. Si lo haces y ves que te va bien, hay que ser sistemático con ella tomándola tres o cuatro veces al día. Consíguela pura, no como un jarabe lleno de azúcar, que es como se vende a menudo! Puedes hacer que una farmacia te la prepare. Es algo delicada, así que cómprala según la vayas usando y guárdala en la nevera.
La lucha contra la candida produce a veces, sobre todo al principio, un efecto die-off (de extinción?): la candida produce, quizá como defensa, una cantidad mayor que de costumbre de sustancias tóxicas. Si eso pasa, puedes tal vez aminorar sus efectos tomando carbón vegetal. Pero ten cuidado: si tomas el carbón al mismo tiempo que otras cosas, puede que el carbón absorba lo que no quieres.
Otra sustancia que producen las bacterias para matar hongos es una vitamina: el biotín. Tomar biotín en grandes cantidades (enormes, de hecho) es una buena forma de controlar la candida. Se dice que el biotín evita que la cándida pase a su forma invasiva, que es cuando la candida desarrolla micelios que perforan las paredes de tu intestino y pueden hacer que padezcas el síndrome del intestino poroso. Dado que el biotín es inocuo hasta donde yo sé, es una de las cosas que uno puede probar.
Seguro que hay cosas que me dejo en el teclado. Con el tiempo, al desintoxicarte, los problemas de candidiasis desaparecen y puedes volver a comer plátanos. Así que, ¡ánimo!
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