Este fin de semana comencé la ronda habitual y pensé que sería buena idea añadir, de cuando en cuando, alguna dosis extra de cardo mariano. Suelo notar que me sienta muy bien y lo he hecho muchas veces. Así que tomé en bastantes de las dosis una de las cápsulas de ALA acompañada de tres cápsulas de cardo mariano.
Pues bien, me levanté el domingo con un dolor de cabeza importante y mareo, a pesar de lo cual fui capaz de descubrir que por la noche había estado tomando una cápsula de ALA y otras tres... también de ALA. Cosas que hace uno cuando está medio dormido! El dolor de cabeza me ha acompañado el domingo entero y aún me queda un poquitito.
Casi cuatro años después de haber comenzado a quelar, puedo decir con
orgullo que mi capacidad de hacer estupideces se mantiene tan fresca
como al principio!
