El día ha sido un poco raro. No he terminado de sentirme bien y no ha sido hasta la noche que he comprendido la tontada: hoy no he tomado vitamina C. Simplemente se me ha olvidado. Dado que me meto todos los días más de 13 gramos, es un parón un tanto brusco, desde luego.
Al tomar los suplementos de la noche y la correspondiente dosis de C he vuelto a la normalidad. ¡Qué cosas! Y qué dependencia de las pastillas!
Sigo algo esperanzado con la fosfatidilcolina. La cosa encaja bien: uno de mis problemas era de toxicidad por arsénico. Esto es normal entre la gente que tiene toxicidad por mercurio, empiezan a acumular otras porquerías hasta dosis tóxicas. Parece ser que es típico de la intoxicación por arsénico tener unos niveles bajos de acetil-colina y los correspondientes síntomas: falta de memoria, problemas cognitivos y debilidad muscular. No me quiero hacer muchas ilusiones, pero podría ser que éste fuese un suplemento clave, porque realmente me parece que lo noto mucho.
He aumentado las dosis. Ahora estoy ya tomando 12 cápsulas diarias. Según el libro de Murray, la dosis de fosfatidilcolina para el Alzheimer es del orden de 15 gramos diarios de fosfatidilcolina, lo que supone muchos más gramos de lecitina. Yo con mis 12 cápsulas aún estoy lejos: estoy tomando del orden de 5 gramos. El problema es que la lecitina tiene un porcentaje pequeño de fosfatidilcolina (como del 20% o así, si no recuerdo mal) y el concentrado que tomo tiene un poco más, como el 35%. Para tomar tantos gramos habría que ponerse morado de lecitina y eso también tiene sus pegas.
Dice Murray que hay concentrados que tienen hasta un 95% de FC, pero yo no los he visto. Tal vez esté bien seguir con mis 5 gramitos.
La idea es ir contando qué tal me va tratando de seguir el protocolo de desintoxicación de mercurio de Andrew H. Cutler. Este blog no pretende dar consejos médicos: yo no lo soy y probablemente me equivoque en muchos aspectos. Por cierto, si ves que lo hago, agradeceré que me lo digas y por qué. La información que aquí se da podría incluso estar en contradicción con el propio protocolo de Cutler, por ejemplo por haberla entendido yo mal, así que mucho ojo.
Los libros de Cutler
Para entender de qué va todo esto las referencias principales son dos libros de Andrew H. Cutler. Son fundamentales, sobre todo el primero:
Amalgam Illness: Diagnosis and Treatment
Hair Test Interpretation.
Amalgam Illness: Diagnosis and Treatment
Hair Test Interpretation.
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