Como de costumbre en las últimas rondas: no mal. No obstante noto cómo me deslizo suavemente hacia la oscuridad. Me siento más espeso, menos atento. Pensar empieza a ser algo más difícil. Hay también una sensación leve de algo que se podría llamar 'mareo'.
"I'm afraid. I'm afraid, Dave. Dave, my mind is going. I can feel it. I can feel it. My mind is going. There is no question about it. I can feel it. I can feel it. I can feel it. I'm a... fraid. Good afternoon, gentlemen."
(Hal 9000 en "2001: Una Odisea del Espacio". Pobre Hal... ¡cómo le comprendo! Yo miedo, sin embargo, no tengo).
La idea es ir contando qué tal me va tratando de seguir el protocolo de desintoxicación de mercurio de Andrew H. Cutler. Este blog no pretende dar consejos médicos: yo no lo soy y probablemente me equivoque en muchos aspectos. Por cierto, si ves que lo hago, agradeceré que me lo digas y por qué. La información que aquí se da podría incluso estar en contradicción con el propio protocolo de Cutler, por ejemplo por haberla entendido yo mal, así que mucho ojo.
Los libros de Cutler
Para entender de qué va todo esto las referencias principales son dos libros de Andrew H. Cutler. Son fundamentales, sobre todo el primero:
Amalgam Illness: Diagnosis and Treatment
Hair Test Interpretation.
Amalgam Illness: Diagnosis and Treatment
Hair Test Interpretation.
lunes, 13 de octubre de 2008
2 comentarios:
Por favor, los comentarios, dudas, etc. dirígelos a
quelaciondedosisfrecuentes.info
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¿Puede ser bueno ir tan deprisa, no dejar al cuerpo que descanse y se recupere durante periodos más largos?
ResponderEliminarMónica
Pues esta vez yo pensaba que había descansado mucho! Estuve una semana OFF!
ResponderEliminarSi entiendo bien, la idea es descansar hasta que te recuperas razonablemente para empezar la siguiente ronda. Como mínimo 3 o 4 días.
En alguna ocasión Cutler ha comentado que puede ser bueno hacer periodos de descanso más amplios después de quelar muy agresivamente, especialmente cuando no se observan progresos.
Antonio