La idea que subyace a las quelaciones frecuentes creo que, si la comprendo bien, es la siguiente: cuando uno usa un quelador con una dosis alta no es posible para el hígado (principalmente si tomas ALA) y los riñones (principalmente si tomas DMSA) excretar todo el mercurio que el quelador moviliza en el corto período de tiempo que el quelador vive en tu cuerpo. Así que el quelador "suelta" el mercurio no excretado produciendo redistribución. Es esta redistribución la que le hace sentirse a uno mal durante las quelaciones. Si es excesiva, puede producir incluso daños permanentes. Esto es un peligro real, por ejemplo, con las inyecciones de quelantes o dosis altas puntuales usadas como test de provocación.
Con las quelaciones frecuentes de dosis baja movilizas una cantidad de mercurio pequeña que debería estar a la altura de la capacidad de tus órganos excretores. Cuando empiezas a perder el quelador, una nueva dosis renueva tu nivel en sangre, de forma que a lo largo de todo el tiempo de quelación estás principalmente excretando y no redistribuyendo. Tan sólo hay redistribución en la última dosis, pero como las dosis son pequeñas cabe esperar que sea una cantidad pequeña.
Si uno se siente mal, entonces debe bajarse la dosis hasta encontrar una con la que te encuentres cómodo.
Por tanto uno no debe:
1. Tomar dosis grandes.
2. Tomar dosis separadas más que una vida media del quelador (3 horas para el ALA, 4 para el DMSA).
Es también importante mantener el ciclo al menos tres días. Períodos más pequeños supongo que hacen que no compense la ratio de excreción/redistribución.
3. Los ciclos deben ser de al menos tres días y como máximo dos semanas.
Por ejemplo, DMSA puede producir neutropenia y el ALA reduce la excreción de cobre y de metilmercurio. Así que no se puede quelar indefinidamente, sino que además hay que seguir la regla 4:
4. Deben tomarse tantos días de descanso como al menos días de quelación.
El otro ingrediente esencial es acompañar todo el proceso de una buena dosis de antioxidantes tres o cuatro veces al día que minimicen el daño que el mercurio pueda hacer.
5. Tómese una generosa dosis de antioxidantes frecuentemente, adaptada a tus condiciones particulares.
En el libro Amalgam Illness se pueden encontrar sugerencias respecto a qué suplementos tomar.
La idea es ir contando qué tal me va tratando de seguir el protocolo de desintoxicación de mercurio de Andrew H. Cutler. Este blog no pretende dar consejos médicos: yo no lo soy y probablemente me equivoque en muchos aspectos. Por cierto, si ves que lo hago, agradeceré que me lo digas y por qué. La información que aquí se da podría incluso estar en contradicción con el propio protocolo de Cutler, por ejemplo por haberla entendido yo mal, así que mucho ojo.
Los libros de Cutler
Para entender de qué va todo esto las referencias principales son dos libros de Andrew H. Cutler. Son fundamentales, sobre todo el primero:
Amalgam Illness: Diagnosis and Treatment
Hair Test Interpretation.
Amalgam Illness: Diagnosis and Treatment
Hair Test Interpretation.
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