Sigo quelando, pero cometiendo error tras error. Un par de veces me he confundido y he tomado dosis doble. Tomar una dosis doble no es un error tan catastrófico como saltarse una, pero se nota. Me siento más espeso y la probabilidad de hacer más tonterías aumenta.
Además estoy acatarrado. Aún no tengo fiebre, así que se supone que puedo seguir. Tengo algunos síntomas más, viejos conocidos: micción frecuente he perdido mucha de mi capacidad de sudar (no toda) en la sauna. De forma que ahora me cuezo enseguida y tengo que salir con más frecuencia a refrescarme. Yo creo que esto son las hormonillas, que están estresadas por la quelación y no responden demasiado bien.
Por último, ayer intenté trabajar un rato en cosas de matemáticas y la niebla volvió. Me recuerda a la película 'Los Otros', en la que la niebla no les permite salir de casa.
De todas formas, las he pasado peores.
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